Page 47 - El largo viaje a un pequeño planeta iracundo - Becky Chambers
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sabes todo sobre las cápsulas de escape y nada sobre
quién somos o qué hacemos.
Rosemary no pudo evitar reír.
—¿Cómo lo sabes?
—Porque tengo que vivir con ese hombre —
respondió Sissix—. Como tú. Pero, por suerte,
también vas a vivir con el resto de nosotros, y creo que
somos bastante agradables. —Se detuvo junto a una
escalera metálica que se perdía hacia arriba por el
techo y hacia abajo por el suelo—. Ni siquiera habrás
visto tu habitación todavía, ¿no?
—No.
Sissix puso los ojos en blanco.
—Ven —dijo; subió por las escaleras haciendo todo lo
posible por mantener la cola apartada de la cara de
Rosemary—. Siempre me siento mejor en una nueva
nave una vez que sé dónde está mi sitio.
La aandrisk estaba en lo cierto. El aposento de
Rosemary resultó ser una habitación encajada en una
esquina de la cubierta superior. Los únicos muebles
eran un armatoste cuadrado con cajones montado en
la pared opuesta, un pequeño armario y un catre que
cabía justo en un rincón. Pero la sobriedad de la
habitación estaba suavizada con una manta acolchada
y una montaña de cojines coloridos, que
transformaban lo que podría haber sido un lugar
espartano en un nidito acogedor. Las cortinas que
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