Page 34 - En los muros de Eryx - H.P. Lovecraft
P. 34

eran  excesivas  para  darles  una  solución


               improvisada,  y  sin  duda  tendría  que  hacer


               cuidadosas  comprobaciones  si  quería  tener


               alguna  esperanza  de  salir.  No  obstante,  estaba


               deseoso  de  llegar  a  terreno  seco  antes  de  que


               cerrase la noche; de modo que retrocedí una vez


               más al centro para efectuar una serie de intentos



               al  azar,  tomando  nota  de  todo  a  la  luz  de  mi


               lámpara eléctrica.







               Al  encenderla  comprobé  con  atención  que  no



               producía reflejos —ni el más ligero destello— en


               los muros transparentes que me rodeaban. Pero


               no me sorprendió, ya que el sol tampoco había


               producido ningún reflejo en el extraño material.







               Aún andaba a tientas cuando cayó la noche por



               completo.  Una  especie  de  niebla  oscureció  la


               mayoría de las estrellas y planetas, pero la tierra


               seguía  vanamente  visible  como  un  punto


               incandescente, verde azulado, en el sudeste.








               Acababa  de  rebasar  su  cenit,  y  habría  ofrecido


               una  visión  gloriosa  en  su  telescopio.  Incluso


               podía distinguir la luna junto a ella, cuando los


               vapores se disipaban momentáneamente. Ahora



                                                                                                             34
   29   30   31   32   33   34   35   36   37   38   39