Page 110 - Limbo - Bernard Wolfe
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tictaquear o una calculadora electrónica sencilla
desarrolla vibraciones, a menudo pueden ser
arreglados agitándolos o dándoles un golpe... la
sacudida vuelve a poner los engranajes en su
sitio, o restablece el circuito defectuoso. Así,
cuando se enfrentaron con los seres humanos
empezando a estropearse a través de varias
funciones psicopáticas, los primeros cerebros del
país pensaron que esta podía ser la solución...
darle a la máquina un buen golpe, sacudir un
poco sus engranajes y circuitos.
Al principio lo consiguieron con una técnica
llamada tratamiento de choque. Construyeron
máquinas eléctricas para administrar esos
choques, indujeron choques narcóticos con
inyecciones de insulina y metrazol. Durante una
década o dos esta fue más o menos la rutina en los
hospitales mentales. Y un poco más tarde, pasada
ya la mitad del siglo, la nueva moda fue la
lobotomía y las operaciones cerebrales. Aquí el
principio era esencialmente el mismo, mecánico:
ahora los engranajes y circuitos que causaban los
trastornos eran extraídos de la máquina o como
mínimo desconectados de ella.
Esta forma de Mandunga era la principal
terapia psiquiátrica cuando Martine era un
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