Page 137 - Limbo - Bernard Wolfe
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Mis billetes de banco son recibidos aquí
también con gran entusiasmo. Me alegro de haber
pensado en tomar algunos durante mis días de
pillaje: debe haber algo así como entre 400 y 500
millones en viejos billetes americanos allá en la
caverna, más aproximadamente la mitad de esta
cifra en otras divisas, más solo Cristo sabe cuánto
en monedas. Mi madre siempre me decía que
guardara un poco para los malos tiempos.
Parece que puedo tomar o bien un avión o bien
un barco para ir a Ciudad del Cabo. Creo que
prefiero el barco. Es más lento, me dará más
tiempo a poner mi barba en condiciones.
A todas luces, Rembó consiguió la información
exacta acerca de los pasaportes: la gente parece
haber olvidado que alguna vez llegó a existir ese
precioso trozo de papel. Tal como parecen
funcionar las cosas cualquiera puede subirse a
cualquier tipo de barco e irse a cualquier lugar del
mundo, sin que nadie le haga preguntas. Hurra
por la Hermandad del Hombre.
¿Qué hay acerca de todo eso del destino?
Pensando en mi madre, hace un momento, me
acordé. Por supuesto, todo el mundo tiene sus
momentos de grandeza en los cuales le gusta
pensar que es algo especial... protegido por una
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