Page 142 - Limbo - Bernard Wolfe
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que cuando mencioné a mi padre añadí una frase



            entre  paréntesis,  identificándole  como  profesor


            de radiología. No escribí esa aclaración biográfica


            para mis propios ojos: sé condenadamente bien


            que  el  viejo  era  un  profesor  de  radiología.


            Entonces, ¿para qué ojos la escribí?



                  Dios  mío,  quizá  sea  víctima  del  mito


            megalomaníaco                        de        sentirme               un         hombre


            predestinado,  después  de  todo.  Quizá  me  haya


            aferrado a alguna maltrecha idea de que mi vida


            es  en  cierto  modo  significativa  y  estelar...  que


            estoy destinado a causar un impacto en el mundo,


            que  el  cielo  nos  ayude.  (¿A  través  de  la


            Mandunga, si no surge ninguna otra cosa? El ego



            occidental  necesita  todo  un  infierno  de  tiempo


            para  sacarse  de  encima  sus  pretensiones


            misioneras...  )  En  este  preciso  instante  estoy


            pensando  en  el  general  Smuts,  allá  en


            Mozambique,  tumbado  de  lado,  faltándole  un


            brazo, las rodillas aferradas aún a su caballo sin


            patas,  cubierto  de  líquenes  y  enredaderas.



            Inmediatamente siento que se restaura mi sentido


            del equilibrio...


                  9 de junio de 1990. Durban.



                  Sigo esperando aún a ese carguero irregular.


                  Hoy he ido a husmear por los alrededores de


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