Page 134 - Limbo - Bernard Wolfe
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llegado el momento de ir en busca de mi auténtico
yo. Algo ha estado agitándose dentro de mí desde
que esos condenados miembros‐raros se dejaron
ver por primera vez... incluso antes de eso... Pero
haré todo lo posible por volver. Mientras siga con
vida, intentaré volver. Si no lo hago, sabrás que
estoy muerto... pero que hasta el momento de mi
muerte seguiré intentándolo.
Soltó las amarras. Rembó se inclinó hacia
delante, las lágrimas resbalando por sus mejillas,
y dijo excitadamente, con un temblor en su voz:
—No sé lo que vas a buscar ahí afuera, padre.
Pero ojalá lo encuentres.
—Gracias, hijo. Yo también espero
encontrarlo. Sea lo que sea. —Hizo un gesto con
la mano, y el bote empezó a moverse.
Del cuaderno de notas del doctor Martine
(Mark II) 23 de mayo de 1990. Diego Suárez,
Madagascar.
Tres días para llegar hasta aquí. Mar tranquilo
como la tapioca durante el camino.
La ciudad es como un solar lleno de
escombros, exactamente igual a como la
recordaba de mi último viaje (no mucho antes de
que mi avión se estropeara: ¿1974?). Abandonada
excepto algunos pocos viejos sudafricanos
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