Page 560 - Limbo - Bernard Wolfe
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la habitación de este cerdo. Asomaremos la
cabeza por aquí de tanto en tanto. —Se inclinó y
abofeteó duramente a Martine en el rostro. Los
ojos de Martine parpadearon una sola vez, y eso
fue todo—. Le abofetearemos y le clavaremos
unas cuantas agujas de tanto en tanto —dijo
Vishinu—. En el momento en que acuse aunque
sea una ligera reacción, la vida va a convertirse en
algo muy, muy triste para él. ¿Me oye, doctor
Lazarus? Va a sentirse usted muy, muy triste.
Vishinu y Da¡se dirigieron hacia la puerta.
—Adiós —le dijo Martine al techo—. No
pongan esa cara de palo. Los de la Unión siempre
han puesto cara de palo, y no sólo la cara. Recelan
de un hombre con el aparato bucal inmovilizado.
El tono ha escrito todo el mapa pretendiendo que
es el territorio. Inescrutabilidad oriental una
míerda. Tono oriental de mejilla a mejilla, no tiene
nada que ver con Occidente...
La puerta se cerró de golpe.
—Cállate —dijo Neen. Acercó una silla a la
cama y se sentó, el revólver presto en su regazo.
Era la primera experiencia de Martine con la
Rota Tres, con cualquiera de las mezclas a base de
rota. En miles de ocasiones había observado sus
efectos en otros, tanto en la preparación para
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