Page 90 - Limbo - Bernard Wolfe
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eran gente seria, para ellos las carcajadas eran
algo tan remoto como el furor, y por eso las
evitaban; en los viejos tiempos las observación
que acababa de hacer hubiera sido tomada como
el simple enunciado de un hecho, como si hubiera
dicho que el agua es húmeda o que el fuego
quema o que muchos mamíferos tienen pelo.
¿Que había de hilarante en la simple cita de un
hecho? Pero de alguna manera, sin embargo, sin
proponérselo, había logrado crear entre aquellos
jóvenes (si es que podía atribuirse el mérito de
aquello) una atmósfera de irreverencia en virtud
de la cual podían considerar con un poco de
ironía aquello que a primera vista tenía una
apariencia de solemnidad. De una forma o de
otra, esos muchachos habían aprendido a
retirarse ligeramente de sí mismos y de sus
padres, habían descubierto las implicaciones
humorísticas que podía haber escondidas detrás
de una frase sobria, y con ello había entrado un
poco de jovialidad en sus vidas. Y casi al mismo
tiempo Martine se había dado cuenta de que él
había dejado de vivir al margen; ahora tenía
compañeros. Las implicaciones del hecho lo
dejaron asombrado, y comenzó a entrar
rápidamente en materia.
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