Page 186 - A La Deriva En El Mar De Las Lluvias - Varios Autores
P. 186

nada, de modo que al final se limitó a sentarse a la


           sombra de un algarrobo, enjugándose la frente con un


           trozo de tela.




                  Jijingi  lo  observaba  con  curiosidad.  El  hombre


           levantó la tapa de una de sus cajas y sacó lo que en



           principio parecía un bloque de madera, hasta que lo


           abrió por la mitad y Jijingi vio que se trataba de un


           apretado  fajo  de  papeles  encuadernados.  Jijingi


           conocía el papel; cuando los europeos recaudaban sus


           impuestos  repartían  hojas  a  cambio,  para  que  el


           poblado tuviera constancia de lo que habían pagado.


           Pero  los  papeles  que  el  misionero  estaba



           contemplando ahora pertenecían a otra categoría, eso


           saltaba a la vista, y debían de cumplir otra finalidad.




                  El  hombre invitó  a  Jijingi a acercarse cuando se


           percató de que el muchacho estaba observándolo.




                  —Me llamo Moseby —dijo—. ¿Y tú?




                  —Jijingi,  y  mi  padre  es  Orga,  del  clan  de  los


           shangev.




                  Moseby abrió el fajo de papeles de par en par y lo


           señaló con un gesto.




                  —¿Alguna  vez  te  han  contado  la  historia  de


           Adán?  —preguntó—.  Adán  fue  el  primer  hombre.


           Todos somos hijos de Adán.


                                                                                                               186
   181   182   183   184   185   186   187   188   189   190   191