Page 222 - Vienen cuando hace frio - Carlos Sisi
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Cuando eso ocurría, el recuerdo de la voz espectral
del abuelo Harper tronaba en su mente, ominosa y
amenazante.
«Sería el fin de todo, Joe. No puedes imaginar
cuánto y de qué modo, no puedes comprenderlo
todavía. Las consecuencias serían… cósmicas.
Inimaginables. Tienes que impedirlo».
«Pero, abuelo —se respondía Joe a sí mismo, casi
suplicante—, solo soy un eslabón más de toda esta
cadena infinita. No soy diferente de una hoja o una
flor. Ahora lo veo. Ahora lo comprendo. No soy
nada…».
Sin embargo, el recuerdo de la voz no tenía
respuestas para él, solo la promesa de una
amenaza.
«Si no haces nada, Joe —decía otra voz en su
mente—, todo esto se consumirá». Pero entonces
sacudía la cabeza y entraba en un bucle donde se
repetía a sí mismo, una y otra vez, la misma
amenaza del abuelo, las mismas protestas, y
recordaba las mismas imágenes: el vacío espectral,
tan inmaculado, de aquel lugar; la brecha, la forma
oscura… Y el sol, que como en el tormento de Sísifo
volvió a describir su vieja y conocida trayectoria en
el cielo mientras el tiempo pasaba sin que nada
cambiase.
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