Page 223 - Vienen cuando hace frio - Carlos Sisi
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«Si no lo haces, morirás igualmente —se dijo al
fin—. Quizá no hoy, quizá no mañana o la semana
que viene. Pero ocurrirá. Y cuando ocurra, me
pregunto qué pasará con tu alma inmortal. Me
pregunto si te pasarás la eternidad como energía
robada al servicio de esos seres espeluznantes. Será
como vivir un grito eterno donde el dolor será la
única conciencia posible. Y será así para todo el
mundo».
Ese último pensamiento lo sacó de su inmovilidad.
Nervioso, empezó a dar vueltas en círculo, sin
poder apartar la vista del suelo.
El abuelo lo había sabido. No podía decir cómo
averiguó semejante cosa, pero lo había sabido.
Seguramente porque, un buen día, un día en el que
hacía frío, se topó con uno de aquellos torbellinos
en la puerta de su casa. Y a pesar de eso, o
precisamente por ello, arriesgó y perdió su vida por
haberse inmiscuido en los planes de aquellos…
monstruos dimensionales. Y vaya si los frenó al
robarles el corazón incorrupto, aquel órgano
abyecto. Los había burlado, los había vencido.
Habrían podido seguir buscando aquella cosa
renegrida durante milenios de no haber sido por…
Joe tragó saliva, no sin dificultad.
«De no haber sido por ti, Joe».
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