Page 135 - Enemigo Mío - Barry B. Longyear
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oeste entre los dracones:



               —¡Manos arriba, naagusaa!



               —Nu geph, sheriff.



               ¡Thang,  thang!  Las  pistolas  llameaban  y  el  kislode

        shaddsaat mordía el thessa. Renuncié al empleo. Finalmente


        llamé a mis padres.


               ¿Por  qué  no  has  llamado  antes,  Willy?  Hemos  estado


        terriblemente  preocupados…  Tenía  algunos  asuntos  que

        resolver,  papá…  No,  de  verdad  que  no…  Bueno,  lo

        comprendes, hijo… Debe de haber sido terrible… Papá, me


        gustaría ir a casa para estar algún tiempo…



               Incluso antes de pagar el dinero por el Dearman Electric

        de segunda mano, sabía que estaba cometiendo un error al

        volver a casa. Sentía la necesidad de un hogar, pero el que

        había abandonado a los dieciocho años no era tal hogar. De


        todas formas me dirigí hacia allí porque no había otro sitio

        adonde ir. Era de noche y conducía a solas, tomando siempre

        las viejas carreteras, sin más sonido que el leve ronroneo del


        motor del Dearrnan. La medianoche de diciembre era clara,

        y vi las estrellas a través de la cabina en forma de burbuja del

        coche.





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