Page 27 - Enemigo Mío - Barry B. Longyear
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estaba subiendo parecía debilitar el argumento de Jerry.
—Mar estar agitado ahora, Davidge, ¿ne?
—Está demasiado oscuro para verlo, pero con este
viento…
Me encogí de hombros, más en mi provecho que en el del
dracón, puesto que lo único visible dentro de la choza era la
pálida luz que entraba por el techo. En cualquier momento
podíamos ser arrojados por el agua de aquel banco de arena.
—Jerry, estás portándote como un tonto con esa vara, y
lo sabes.
—Surda.
El dracón parecía contrito, si no totalmente desgraciado.
—¿Ess?
—¿Ess eh «surda»?
—Ae.
Jerry guardó silencio un instante.
—Davidge, ¿gavey «no cierto no es»?
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