Page 148 - El Jugador - Iain M. Banks
P. 148

ventana y se detuvo delante de ella. Sus ojos recorrieron

            la plaza que se extendía debajo del edificio.


                  La  gente  paseaba  o  estaba  sentada  a  las  mesas  que

            había debajo de los toldos y arcadas de las galerías de

            piedra  color  verde  claro  que  circundaban  la  plaza


            principal del pueblo. Las fuentes lanzaban sus chorros de

            agua hacia el cielo, los pájaros volaban de un árbol a otro

            y  un  tzile  negro  azabache  casi  tan  grande  como  un


            humano              adulto           yacía          sobre          el       tejado           del

            templete/escenario/holopantalla que había en el centro de

            la plaza, dejando colgar una pierna por el borde de las

            tejas. Su tronco, cola y orejas se movían convulsivamente


            mientras soñaba; el sol arrancaba destellos a sus anillos,

            brazaletes  y  pendientes.  Gurgeh  vio  como  el  delgado

            tronco de la criatura se movía perezosamente tensándose

            sobre sus articulaciones para extenderse por encima de su


            cabeza  hasta  rascar  indolentemente  la  base  del  cuello

            cerca de su collar terminal. Después la probóscide negra

            cayó hacia atrás como si estuviera exhausta y se movió de


            un lado a otro durante unos segundos. Las carcajadas de

            quienes  estaban  sentados  en  las  mesas  más  próximas

            llegaron a sus oídos. Hacía calor. Un dirigible rojo flotaba


            sobre  las  distantes  colinas  como  una  gran  mancha  de

            sangre perdida en el azul del cielo.






                                                                                                         147
   143   144   145   146   147   148   149   150   151   152   153