Page 474 - El Jugador - Iain M. Banks
P. 474

Fuera cual fuese la causa se sentía invadido por una

            marea agridulce de emociones tan nuevas como intensas.


            El terror del riesgo y la posible derrota, el júbilo puro y

            simple de la apuesta que daba en el blanco y la campaña

            triunfante;  el  horror  que  acompañaba  al  repentino


            descubrimiento de un punto débil en sus posiciones que

            podía costarle la partida; la oleada de alivio que llegaba

            cuando  nadie  más  lo  descubría  y  podía  reforzarlo;  el


            furioso palpitar de maligna alegría que se apoderaba de

            él cuando descubría un punto débil en la estrategia de

            algún adversario...  y, naturalmente, la alegría ilimitada

            de la victoria.


                  Y, aparte de eso, la satisfacción adicional que le daba

            el saber que lo estaba haciendo mucho mejor de lo que

            nadie  esperaba.  Todas  sus  predicciones  ‐‐las  de  la

            Cultura,  el  Imperio,  la  nave  y  la  unidad‐‐,  habían


            resultado  equivocadas  y  habían  demostrado  ser  otras

            tantas  fortalezas  aparentemente  inexpugnables  que  se

            derrumbaron  ante  él.  Había  llegado  al  extremo  de


            superar  sus  propias  expectativas  y  lo  único  que  le

            preocupaba  era  que  algún  mecanismo  subconsciente

            decidiera que había llegado el momento de relajarse un


            poco.  Había  demostrado  más  que  sobradamente  de  lo

            que era capaz. Había llegado tan lejos, había vencido a






                                                                                                         473
   469   470   471   472   473   474   475   476   477   478   479