Page 68 - El Jugador - Iain M. Banks
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desde que la vio.
Cenó en la terraza con la pantalla de la terminal
activada mostrándole las páginas de un viejo tratado
bárbaro sobre los juegos. El libro ‐‐la civilización que lo
produjo había sido contactada hacía dos milenios, y por
aquel entonces la obra ya tenía mil años de antigüedad‐‐,
resultaba un tanto limitado en cuanto a sus apreciaciones,
claro está, pero la forma en que los juegos de una
sociedad revelaban gran cantidad de datos sobre su ética,
su filosofía y su mismísima alma siempre conseguía
fascinar a Gurgeh. Aparte de eso las sociedades bárbaras
siempre le habían parecido especialmente intrigantes
incluso antes de que hubiera empezado a interesarse por
sus juegos.
El libro era muy interesante. Gurgeh descansó la vista
contemplando la puesta de sol y volvió a concentrarse en
la lectura apenas hubo anochecido. Los robots de la casa
le trajeron algo de beber, una chaqueta más gruesa y un
poco de comida, tal y como había pedido. Gurgeh ordenó
a la casa que rechazara las llamadas.
La intensidad de las luces de la terraza fue
aumentando lentamente. El lado más distante de Chiark
brillaba con una claridad blanquecina sobre su cabeza
cubriéndolo todo con una capa plateada. Las estrellas
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