Page 140 - La Nave - Tomas Salvador
P. 140
límites a su sabiduría y poder. En cierto modo, es
un dios de la Nave. Mi trabajo es convencerle de que
el Dios de nuestros antepasados no tenía autoridad
material, sino espiritual. Podría prescindir de este
apartado, pero, honradamente, prefiero afrontarlo.
Dios es una necesidad. Lo necesitamos; y dada
nuestra penuria actual, no podemos rechazar nada
de cuanto pueda ayudarnos. Me reservo la facultad
de estudiar más y mejor esta teoría divina.
Los wit. — Tema peligroso, pero que debe ser
resuelto. Hoy han cumplido parte de su amenaza,
faltando al trabajo. Se han encerrado en sus cuevas.
Posiblemente tengan ellos más miedo que nosotros,
y lo más seguro será que el hambre les haga salir de
sus guaridas. Pero hasta entonces, servicios
importantes, como alimentar de glucosa a «La
Carne», de hidrógeno líquido a los cultivos
hidropónicos, de reactivos a los estanques y energía
a los hornos, estarán abandonados. Seguramente ni
«La Carne», ni los fermentos, ni las granjas
hidropónicas se dañarán irremisiblemente; pero sí
dejarán de crecer, de renovarse. Los wit pasarán
hambre, pero nosotros también, pues si hay
materias que admiten almacenaje, como las textiles,
la mayor parte obedece a la ineludible ley de la
renovación. Mei‐Lum‐Faro, como Señor de la Nave,
debe tener en cuenta todos los factores. No creo que
140

