Page 144 - La Nave - Tomas Salvador
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SEGUNDA PARTE



                                                     LOS WIT



                                                  Retrouver lʹhomme partout ou nou



                                                                     trouvons ce qui lʹécrase.


                                                                                                Malraux








                                                          Uno



                                                 LOS NIÑOS



               En vano intentaba levantar la cabeza, Se mareaba,



            se  volvía  loco.  El  dolor  no  tenía  medida;  cuando


            disponía  de  un  instante  fugaz,  cuando  creía  que


            podría  ordenar  sus  pensamientos,  el  dolor  y  el


            vértigo  le  aplastaban  de  nuevo.  Gracias  a  ello,  el


            alarido  de  terror  que  la  oscuridad  le  inspiraba


            quedaba roto antes de nacer. Arrojado en el suelo,


            con  la  cabeza  forzada  al  apoyo,  con  una  fuerza


            misteriosa                agarrotando                   sus         brazos,             estaba


            completamente inerme. No podía defenderse.



               Empezó  a  sentirse  mejor  cuando  notó,  o  creyó



            notar, que su cabeza estaba ligeramente más alta. El


            vértigo  —siempre  lo  había  padecido  cuando  se


            acostaba boca arriba— desapareció, casi; apretando


            los dientes, cerrando los ojos, respirando fuerte, lo


            iba  conteniendo.  El  dolor  persistía;  lo  tenía  en  la


            frente,  en  los  dientes  —notaba  el  sabor  de  la


            sangre—,  en  los  ojos  y  en  los  brazos.  Hubo  un


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