Page 58 - La Nave - Tomas Salvador
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de lo que era en un principio? Y concretando más:
si a nosotros nos basta con lo que tenemos y
usamos, ¿debo entender que la mayor complejidad
de los objetos y vida animal incomprensible es señal
de un hombre mucho más complicado que
nosotros, o cuando menos con más necesidades?
Me duelen las Ideas. A las dos incógnitas de tiempo
y libros añado añora otra, también perdida en la
bruma: el hombre. Y centro de todo: la Nave,
incógnita suprema. ¡Oh, Nave! Soy tu hijo, y ante ti
me postro. Pero yo te pido, ¡oh, Nave!, que si has
dejado crecer en mi pecho esta planta de la duda y
la curiosidad, le des un fruto. Pero si no es tu ley,
sécala, ciégame, mátame.
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Un suceso está conmoviendo a la Nave y debo
anotarlo: Abul, el que desapareció y luego volvió,
ha revelado las razones de su ausencia: Está
sintiendo amor (son sus palabras) por una hembra
wit. Ha explicado en el Frum, ante el pueblo y cabe
la presencia de Mei‐Lum‐Faro, que su desaparición
fue motivada por el amor. Y que estuvo con la
hembra (me resisto a llamarla mujer) en el interior
de las cavernas. Dice que los albinos no son como
nosotros creernos y pide permiso para unirse a la
hembra y vivir con ella en nuestras cubiertas. Caso
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