Page 22 - Triton - Samuel R. Delany
P. 22

aproximado a la moda de este año.

                Estaba devolviendo su tarjeta a su bolsa cuando algo


           cliqueteó:  su  ficha  de  dos  franqs  había  caído  en  la

           cazoleta de devolución, reiterando lo que la cabina en sí

           proclamaba  en aquel lugar: el gobierno se preocupaba


           por sus ciudadanos.

                Recogió  la  ficha  con  el  dedo  (con  la  máquina


           estropeada, no sabría si los dos franqs habían sido o no

           cargados en su crédito hasta que se pusiera en contacto

           con el ordenador de su coop) y apartó la cortina a un


           lado. Pensó:

                Realmente,  no  he  podido  observar  a  mi  última

           persona. Yo...


                La Plaza de la Luz estaba ahora, por supuesto, casi

           desierta. Sólo una docena de personas se dirigían hacia

           esta o aquella calle lateral. En realidad, no había ninguna


           multitud entre la que elegir una última persona.

                Bron Helstrom frunció el ceño en alguna parte detrás


           de su rostro. Se dirigió lúgubremente hacia la esquina,

           intentando  redibujar  los  puntos  de  colores  que  se

           desvanecían en su reflejo bordeado de jarabe.


                El escudo sensorial («Simplemente nos escuda de la

           realidad de la noche», de nuevo Lawrence) fluía sobre su


           cabeza, trasladando a luz visible el radiocielo tras él.

                Neptuno  (como  explicaban  frecuentemente  los

           variados carteles turísticos y, menos frecuentemente, los




                                                              21
   17   18   19   20   21   22   23   24   25   26   27