Page 238 - Triton - Samuel R. Delany
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joven—. ¡Gracias a vosotros...I —El trapecio empezó a
elevarse hacia la oscuridad, con crujidos y sacudidas,
tirado por una traqueteante polea—. ¡Gracias a todos!
Quiero decir, no tenía ni idea, cuando simplemente
sugeristeis que nos sentáramos en esta cosa, de que, de
pronto... ¡Oh, fue simplemente maravilloso! —Cabezas,
manos y rodillas se sumieron a sacudidas en las sombras
de arriba, lejos del reloj decimal, apenas visible y distante
en la oscuridad.
La Púa, con la caperuza de la máscara aún bajo el
brazo, estaba hablando con la mujer que llevaba ahora a
la niñita en brazos. Las tres estaban riendo fuertemente.
Aún riendo, la Púa se volvió hacia Bron.
Éste se quitó uno de los guantes y se lo metió bajo el
brazo junto con su propia máscara, sólo por hacer algo.
Estaba intentando pensar en algo que decir, y la furia de
no hallar nada estaba minando su placer inicial.
—¡Lo hiciste maravillosamente! —exclamó la Púa—.
Siempre me gusta emplear tanta gente nueva como sea
posible en las actuaciones. En este tipo de cosas, su
concentración y espontaneidad siempre proporcionan
algo que ninguna cantidad de cuidadosos ensayos puede
producir. ¡Oh, qué maravilloso! —Cogió de pronto su
mano y la miró (las uñas de Bron, recién laqueadas
aquella mañana, cuando se había decidido por el
atuendo negro, eran, como las de Windy, iridiscentes y
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