Page 1073 - Anatema - Neal Stephenson
P. 1073

de  lo  desastrosamente  grosero.  Dar  a  entender  que  los


          avotos tenían alguna culpa del Tercer Saqueo… eso era de

          por  sí  una  descortesía  de  las  que  acaban  con  cualquier

          velada. Pero sembrar tal idea en las mentes de seculares


          extremadamente  poderosos  era  de  una  imprudencia

          rayana en la traición.

            Fra Jad rompió finalmente el silencio con una risita, tan


          grave que el sistema de sonido apenas la reprodujo.

            —¡Zhʹvaern viola un tabú! —comentó.

            —No veo ninguna razón para no tratar ese tema —dijo


          Zhʹvaern, en absoluto avergonzado.

            —¿Cómo les fue a los matarrhitas en el Tercer Saqueo? —


          preguntó Jad.

            —Según la iconografía de la época, nosotros, por el hecho

          de ser deólatras, no teníamos nada que ver con Rétores ni


          Conjuradores y, por tanto, se nos consideraba…

            —¿Inocentes  de  aquello  de  lo  que  nosotros  fuésemos


          culpables? —dijo Asquin, aparentemente escogiendo ese

          momento para dejar de ser agradable.

            —En cualquier caso —dijo Zhʹvaern—, nos retiramos a


          una isla en las profundas regiones polares del sur y nos

          alimentamos  de  las  plantas,  los  pájaros  e  insectos

          disponibles. Allí desarrollamos nuestra cocina, que sé que


          os resulta desagradable a muchos de vosotros. Con cada

          bocado que comemos recordamos el Tercer Saqueo.

            En el altavoz oí movimientos, carraspeos y el sonido de


          utensilios  por  primera  vez  desde  que  Zhʹvaern  había



                                                                                                        1073
   1068   1069   1070   1071   1072   1073   1074   1075   1076   1077   1078