Page 544 - Anatema - Neal Stephenson
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—Intentaré  resumirlo  —siguió  diciendo  Arsibalt,  una


          vez que recuperó el hilo—. El pensamiento roscónico era

          una tercera vía entre dos alternativas inaceptables. Para

          entonces se sabía bien que pensamos con el cerebro —se


          tocó la cabeza—, y que el cerebro recibe estímulos de ojos,

          orejas y otros órganos sensoriales. La posición ingenua es

          que el cerebro opera directamente con el mundo real. Miro


          este  botón  del  panel  de  control,  alargo  la  mano  y  lo

          palpo…

            —¡No lo toques! —le advirtió Beller.


            —Veo que tú lo ves y posees ideas sobre esa situación, y

          yo concluyo que realmente está ahí, tal y como mis ojos y


          dedos me lo presentan, y que cuando pienso en él estoy

          pensando en el objeto real.

            —Parece bastante evidente —dijo Beller.


            Se produjo un silencio incómodo, que Beller rompió al fin

          diciendo con buen humor:


            —Supongo que es por eso que la llamas ingenua.

            —En el extremo opuesto están los que argumentan que

          todo  lo  que  creemos  saber  sobre  el  mundo  fuera  de


          nuestro cráneo es una ilusión.

            —Suena más bien a que alguien se pasaba de listo —dijo

          Beller tras pensarlo un rato.


            —A los roscónicos tampoco les impresionó demasiado.

          Como  he  dicho,  desarrollaron  una  tercera  posición.

          «Cuando  pensamos  en  el  mundo,  o  en  cualquier  cosa,


          realmente estamos pensando en un conjunto de datos que



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