Page 157 - El Planeta Prohibido - Stuart W J
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todo cerrada. Una puerta corrediza que ajustaba tan bien,

         que no la habíamos notado en las visitas precedentes.

                La  corrí  del  todo,  dejándola  abierta.  Daba  a  una

         habitación de mediano tamaño, que debía ser el estudio de


         Morbius.  Muy  sencillamente  amueblado.  Un  gran

         escritorio,  un  par  de  sillas.  Las  paredes,  cubiertas  de

         estantes, llenos de papeles y de carretes con libros filmados.

         Una  pantalla  de  lectura  en  un  rincón,  con  una  butaca


         enfrente. Papeles sobre la mesa y la silla detrás de ella algo

         retirada,  como  si  alguien  hubiese  estado  trabajando  poco

         antes.


                Entramos. Y vimos algo que no resultaba visible desde

         afuera. Un anexo a la habitación, extendiéndose hacia atrás.

         Y  en  el  fondo  del  anexo,  la  sólida  superficie  de  la  roca,


         pulida, pero no pintada. Tenía el mismo color azul‐grisáceo

         de  todas  las  piedras  de  aquí,  el  mismo  color  de  las

         montañas.

                En el medio había una puerta. Debía ser así. Una puerta


         sobre  la  piedra.  El  doctor  y  yo  nos  miramos.  No  dijimos

         nada. Nos aproximamos a ella. Estaba recuadrada por una

         especie de albañilería, en forma de triángulo, con el vértice

         hacia  arriba,  pero  no  terminado  cala  forma  que  el  ojo


         humano lo esperaría, es decir, usando el piso como base. La

         altura del triángulo sería de unos cinco pies y medio y en su

         mayor ancho tendría diez pies.





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