Page 280 - Las Naves Del Tiempo - Stephen Baxter
P. 280

Pude  ver  que  los  árboles  todavía  se


                  inclinaban  hacia  el  Támesis,  pero  incluso


                  ellos  aparecían  dañados:  vi  los  muñones  de

                  ramas  arrancadas,  troncos  chamuscados,  y


                  demás. Era como si un gran viento, o fuego,


                  hubiese  pasado  por  allí.  El  embarcadero


                  estaba intacto pero del puente de Richmond

                  sólo  quedaban  los  soportes,  negros  y  trun‐


                  cados.  La  mayor  parte  del  prado  hacia


                  Petersham  había  sido  dedicado  al  mismo

                  cultivo  extraño  que  habitaba  los  jardines,  y


                  también  vi  que  había  algo  marrón  que


                  flotaba en el río.


                  No había nadie en los alrededores. Tampoco

                  había  tráfico;  la  hierba  atravesaba  la


                  superficie  resquebrajada  de  la  carretera.  No


                  se oía gente —ni risas, ni gritos, ni el juego

                  de  los  niños—,  ni  animales,  ni  caballos,  ni


                  pájaros cantando.


                  Toda la alegría que una vez había tenido una


                  tarde  de  junio  en  aquel  lugar  —el

                  movimiento de los remos, las risas de placer


                  de los que flotaban plácidamente por el río—


                  había desaparecido por completo.

                  Todo  había  desaparecido  en  aquel  año


                  terrible;  y  quizá  para  siempre.  Richmond


                  estaba desierta, era un lugar muerto. Recordé


                  las espléndidas ruinas en el mundo jardín de

                  802.701  d.C.  ¡Todo  me  había  parecido  tan







                                                                                                     280
   275   276   277   278   279   280   281   282   283   284   285