Page 330 - Las Naves Del Tiempo - Stephen Baxter
P. 330
ciudad, sonreían a la cámara, con la piel
sucia y las botas demasiado grandes,
indefensos ante la guerra.
Llegamos a una sección del espectáculo
titulada según el cartel «Postdata». Primero
apareció un retrato del rey; me resultó
desconcertante descubrir que se trataba de
un tío flacucho llamado Egbert, que era un
familiar lejano de la reina que yo recordaba.
Ese Egbert era uno de los pocos miembros de
la familia que había sobrevivido a los
audaces ataques alemanes al comienzo de la
guerra. Mientras tanto un actor de voz grave
leyó un poema: ... Todo estará bien y / Todo
tipo de cosas estarán bien / Cuando las
lenguas de llamas se plieguen hacia dentro /
En el coronado nudo de fuego / Y el fuego y
la rosa sean uno...
¡Y así seguía! Por lo que pude entender era
una representación de los efectos de la
guerra como un Purgatorio que finalmente
lavaría las almas de la humanidad.
Antes podía haber estado de acuerdo con ese
razonamiento; pero después de mi estancia
en el Interior dé la Esfera, creo que había aca‐
bado considerando la guerra como una
excrescencia terrible, un error del alma
humana; y cualquier justificación era sólo
eso: una justificación después del acto.
330

