Page 422 - Las Naves Del Tiempo - Stephen Baxter
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la cabeza, abrió la boca —dejó caer la fruta—
y chilló. Vi que sus incisivos tenían la punta
dividida en cinco. Saltó directamente del
tronco. Extendió brazos y piernas y la capa
de piel se abrió de golpe, convirtiendo al
animal en una cometa cubierta de piel. Voló
hacia las sombras y desapareció de mi vista.
—Vaya una bienvenida —dije con un
jadeo—. Era como un lémur volador. ¿Pero
viste sus dientes?
Nebogipfel, todavía fuera de mi vista,
contestó.
—Era un Planetatherium. Y el árbol es un
dipterocarpo, no demasiado diferente de la
especie que sobrevivirá en los bosques de
nuestros días.
Hundí la mano en el humus del suelo —
estaba podrido y era resbaladizo— y luché
por darme la vuelta para verle.
—Nebogipfel, ¿estás herido?
El Morlock yacía de lado, con la cabeza
doblada para mirar al cielo.
—No estoy herido —susurró—. Propongo
que empecemos a buscar...
Pero yo no escuchaba; porque había visto —
detrás de él— una cabeza con pico, del
tamaño de la de un caballo, que se abría paso
a través del follaje, ¡y que se dirigía hacia el
frágil cuerpo del Morlock!
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