Page 525 - Las Naves Del Tiempo - Stephen Baxter
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inventado. Le pidió a Stubbins la navaja; con


                  ella, comenzó a cortar las ropas de Hilary.


                  Nebogipfel cogía la loción a manos llenas y,

                  con sus suaves dedos de Morlock, trataba la


                  carne más dañada.


                  Al  principio  Hilary,  todavía  inconsciente,


                  gritaba  al  sufrir  aquel  tratamiento;  pero

                  pronto  su  malestar  pasó,  y  pareció


                  sumergirse  en  un  sueño  profundo  y


                  tranquilo.

                  —¿Qué es ese liquido?


                  —Un  ungüento  —dijo  mientras  seguía


                  trabajando—,  compuesto  de  leche  de  coco,


                  aceite de bivalvo y plantas del bosque. —Se

                  colocó  mejor  la  máscara  sobre  la  cara,  y  se


                  dejó  una  marca  de  loción  pegajosa—.  Le


                  aliviará el dolor de las quemaduras.

                  —Me impresiona tu previsión al preparar el


                  ungüento —le dije.


                  —No  se  necesita  mucha  previsión  —dijo


                  fríamente—  para  prever  tales  víctimas,

                  después de vuestra catástrofe autoinflingida


                  de ayer.


                  Sentí un ramalazo de irritación al oír aquello.

                  ¿Autoinflingida?


                  Ninguno de nosotros le habíamos pedido al


                  maldito alemán que atravesase el tiempo con


                  su bomba de carolinio.

                  —Vete al infierno, ¡intentaba agradecerte tus


                  esfuerzos con esta mujer!



                                                                                                     525
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