Page 524 - Las Naves Del Tiempo - Stephen Baxter
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olas saladas del mar golpeándonos las
espinillas.
Cuando llegamos al pequeño campamento,
Nebogipfel tomó el mando.
Stubbins intentó ayudar, pero impedía los
movimientos de Nebogipfel y el Morlock se
dedicó a lanzarme miradas hostiles hasta que
agarré a Stubbins por el brazo y me lo llevé.
—Mira, amigo —dije—, el Morlock puede
tener un aspecto un poco extraño, pero me
atrevo a decir que sabe más de medicina que
tú o que yo. Creo que es mejor que le
dejemos vía libre durante un rato, y que él
cuide a la capitana.
Stubbins cerró las grandes manos.
Finalmente tuve una idea.
—Todavía tenemos que buscar a los otros —
dije— ¿Por qué no encendemos un fuego? Si
empleas madera tierna y produce mucho
humo, podrías crear una señal visible a
muchas millas.
Stubbins aceptó la sugerencia con prontitud
y se internó sin demora en el bosque. Parecía
un animal torpe cargando ramas, pero me
alivió haber encontrado un propósito útil
para la energía que fluía de él.
Nebogipfel preparó una serie de cáscaras
abiertas, colocadas sobre la arena, cada una
llena con una loción láctea que había
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