Page 523 - Las Naves Del Tiempo - Stephen Baxter
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Cuando llegamos a la costa, sentamos a
Hilary a la sombra y Stubbins le levantó la
cabeza, sosteniendo el cráneo con una sola
mano, y le dio sorbos de agua. Stubbins era
un hombre torpe, pero actuó con una
delicadeza y sensibilidad que superaron las
limitaciones naturales de su cuerpo; me
parecía que ponía todo su ser en aquellos
actos de gentileza para con Hilary. Stubbins
me parecía fundamentalmente un hombre
bueno y amable, y acepté que su cuidadosa
preocupación por Hilary estaba motivada
por la compasión. Pero también vi que
hubiese sido imposible para Stubbins haber
sobrevivido —gracias a la suerte de estar
realizando un trabajo lejos del campamento
cuando ocurrió el desastre— cuando todos
sus compañeros habían muerto; y preveía
que pasaría muchos de los días que le
quedaban en actos de contrición como aquél.
Cuando terminamos de hacer todo lo que
pudimos, recogimos la camilla y
continuamos andando por la playa. Stubbins
y yo, casi desnudos, con el cuerpo cubierto
por el hollín y las cenizas del bosque en
llamas, y con el cuerpo herido de Hilary
Bond suspendido entre nosotros, caminamos
por el suelo firme y húmedo de la orilla, con
la arena fría y mojada entre los dedos y las
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