Page 583 - Las Naves Del Tiempo - Stephen Baxter
P. 583

—Ésa  es  una  posibilidad  —dije,  intentado


                  evitar             mis           estremecimientos—,                             pero


                  comparado con este maldito frío, suena como

                  un club de vacaciones... ¿Y el segundo de los


                  estados estables?


                  —La Tierra Blanca.


                  Cerró los ojos, y no me habló más.












                                                            22





                                   ABANDONO Y LLEGADA




                  No sé cuánto tiempo estuvimos tendidos allí,


                  encogidos  en  la  base  del  coche  del  tiempo,

                  aferrándonos a lo que nos quedaba de calor


                  corporal.


                  Suponía  que  éramos  el  único  fragmento  de


                  vida           que           quedaba                en         el        planeta,

                  exceptuando, quizás, algún liquen resistente


                  que colgaba de alguna roca congelada.


                  Me  acerqué  más  a  Nebogipfel  y  seguí

                  hablándole.


                  —Déjame dormir—susurró.


                  —No  —respondí,  tan  contundente  como


                  pude—. Los Morlocks no duermen.

                  —Yo sí. He pasado demasiado tiempo cerca


                  de los humanos.



                                                                                                     583
   578   579   580   581   582   583   584   585   586   587   588