Page 434 - Hijos del dios binario - David B Gil
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alivio.


                  —Recoge tus cosas, tenemos que irnos.


                  La expresión de su hija le hizo darse cuenta de


           que  su  actitud  no  debía  de  ser  precisamente



           tranquilizadora.


                  —¿Qué pasa, mamá? ¿A dónde tenemos que ir?


                  Era  una  pregunta  obvia  para  la  que  Alicia  no


           había preparado respuesta.


                  —Nos  vamos  de  viaje  —improvisó  sobre  la


           marcha—,  unas  vacaciones  sorpresa,  ¿qué  te


           parece?



                  Lara la miró con extrañeza, pero antes de que


           pudiera decir nada, Javier llegó a la estancia. Había


           bajado las escaleras envuelto en un albornoz y con


           el  pelo  mojado,  probablemente  alarmado  por  el


           timbre y las voces.


                  —¿Alicia, qué haces aquí? ¿Quién es ese tío que


           está en la entrada?


                  Alicia tomó aire para intentar dar una respuesta


           razonable, pero se  dio  cuenta  de que era incapaz.



           ¿Qué  podía  decir?  Era  inconcebible  que  Javier  la


           dejara llevarse a Lara en medio de la noche, y más


           acompañada de un desconocido. Más tarde, incluso


           ella  se  lo  habría  reprochado  de  permitirlo.  Sin


           embargo, no podía hacer otra cosa, corría el riesgo


           de  que  intentaran  llegar  hasta  ella  a  través  de  su




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