Page 522 - Hijos del dios binario - David B Gil
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maneras de su anfitrión, tan en contraste con su
desaliñada apariencia.
El hombretón carraspeó y, súbitamente
consciente de su aspecto, se anudó la bata.
—Mi nombre es Frank —se presentó—. No me
juzgue por lo que ve, por favor, en otro tiempo fui
tan apuesto como el que más.
—No lo dudo —concedió ella.
—Y aunque ahora pueda parecerle que vivo de
forma extravagante, le ruego que no me confunda
con uno de esos iluminados del dios binario. Soy
un devoto del espíritu humano, un creyente de la
filología clásica educado en las viejas bibliotecas de
la Universidad de Lyon.
—¿Es usted filólogo? —preguntó Alicia con un
deje incrédulo, pues aquello le resultaba más
extraño que su aspecto o su ocupación—. Creía que
alguien como usted tendría una formación..., no sé,
más técnica.
—Non, s’il vous plait! —exclamó el hombretón—
. No soy un miserable hikikomori perdido en un
mundo de sombras. La Red, la technologie
numérique, no es más que una herramienta, y qué
sería de mí si viviera encadenado a una
herramienta. Mi alma vuela libre, jovencita, habita
en los mundos creados por hombres mejores que
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