Page 721 - Hijos del dios binario - David B Gil
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haciendo  más  evidentes,  hasta  que  sobre  los


           primeros peldaños se derramó la luz blanca de una


           linterna mezclada con un fulgor azulado. Nicholas


           intentó  tragar  saliva,  pero  tenía  la  boca  seca.



           Mientras  esperaba,  no  dejaba  de  preguntarse  si


           podría enfrentarse a un guardia entrenado.


                  Descubrió  que  sentía  miedo,  pero  no  por  su


           integridad  física  o  por  el  castigo  que  se  les


           impondría (pues ni siquiera se había planteado qué


           harían con ellos), su miedo respondía al hecho de


           perder una oportunidad única. Sabía tan bien como



           Eugene  que,  de  fracasar,  lo  harían  de  manera


           definitiva. Jamás tendrían otra ocasión.


                  Y  entonces  el  enemigo  se  materializó  ante  sus


           ojos:  vestía  el  uniforme  negro  habitual  de  los


           vigilantes de St. Martha, pero se había enfundado


           guantes de goma y se había cubierto la cabeza con


           un  casco  que  ocultaba  su  rostro  tras  una  pantalla


           negra. En una mano sujetaba una linterna como la


           que  él  mismo  sostenía,  en  la  otra,  una  suerte  de



           barra  de  metal  extendida  con  un  crepitante  arco


           voltaico  en  su  extremo,  y  en  ella  reconoció  la


           extraña herramienta que vio en el armario.


                  Agachado, apoyó la espalda contra la superficie


           del  servidor  e  intentó  pensar  fríamente  qué  debía


           hacer.  Pero  su  cabeza  bullía  en  una  angustiosa




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