Page 725 - Hijos del dios binario - David B Gil
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Volvió la mirada hacia su adversario derrotado


           y comprendió que debía alejarlo de allí. Tiró de sus


           brazos y lo cargó sobre los hombros. Era bastante


           más  pesado  que  él,  pero  obligó  a  sus  piernas,



           habituadas  a  correr  sobre  la  nieve,  a  caminar  con


           aquel peso muerto a la espalda. Al llegar al pie de


           la  escalera  tuvo  que  depositarlo  en  el  suelo  para


           descansar;  mientras  recuperaba  el  resuello,  miró


           atrás para observar cómo una tormenta de chispas


           se  había  desatado  en  el  interior  del  servidor


           saboteado.  La  sala  se  llenaba  de  humo  mientras



           lenguas  anaranjadas  comenzaban  a  escapar  entre


           los intersticios de las columnas de plástico y metal.


           Era mejor no demorarse, así que volvió a cargar el


           cuerpo  y  subió  como  pudo,  peldaño  a  peldaño,


           hasta  que  se  rindió  cerca  del  final.  Debió  dejarlo


           allí,  pero  se  dijo  que  alguien  acudiría  pronto  a  la


           fuente  del  incendio  y  lo  encontraría  antes  de  que


           las  llamas  llegaran  a  él.  Si  es  que  el  humo  no  lo


           asfixiaba antes.



                  Libre           del         lastre          físico,          pero          con          los


           remordimientos  tirando  aún  de  sus  pies,  logró


           alcanzar  la  sala  de  control.  Se  detuvo  frente  a  la


           puerta  de  seguridad  y  se  secó  el  sudor  que  le


           empapaba el cuello. La noche no había hecho más


           que empezar. Accionó el mecanismo de apertura y




                                                                                                            725
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