Page 723 - Hijos del dios binario - David B Gil
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cabeza y, con un ruego sin aliento, trató de alejarse


           de  él,  pero  Nicholas  no  le  dio  cuartel:  deslizó  el


           arco  voltaico  bajo  la  máscara  y  la  electricidad


           retorció los músculos del agente. Aplicó la descarga



           sin piedad, y si hubiera podido ver el rostro de su


           víctima, sin duda habría apartado el arma mucho


           antes de que se desplomara inerte.


                  Al ver al enemigo tendido a sus pies, Nicholas


           despertó  súbitamente  de  su  violenta  enajenación.


           Contempló  durante  un  instante  al  guardia,  cuyas


           piernas  aún  se  sacudían  espasmódicamente,  los



           nervios desbocados por el electroshock. Con miedo a


           tocarlo, levantó la visera del casco y descubrió los


           ojos blancos y la boca espumeante. Una oleada de


           pánico  lo  subyugó,  ¿qué  había  hecho?  Necesitaba


           cerciorarse de no haber cometido un error fatal, así


           que abandonó toda prudencia y le puso la mano en


           el  cuello.  Respiraba,  comprobó  con  un  suspiro;


           superficialmente, pero respiraba.


                  Se incorporó y, tratando de calmarse, retomó lo



           que  había  dejado  a  medias.  Extrajo  los


           instrumentos para empezar el fuego; con ellos en la


           mano,  se  aproximó  a  una  de  las  columnas  que


           albergaba  los  servidores.  Buscó  la  manera  de


           acceder  a  sus  tripas  y  no  le  costó  encontrar  unos


           tiradores que, como un cajón, extraían una bandeja




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