Page 728 - Hijos del dios binario - David B Gil
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de la situación en que nos encontramos?
—He de despedirme. Te veré luego.
Y se desvió hacia una escalera lateral.
—¡Eres gilipollas o qué te pasa! —gritó Eugene
a su espalda, y fue la primera vez que lo escuchó
hablar con tanta vehemencia—. ¡Está dormida,
Nicholas, ni siquiera puede escucharte!
Pero Nicholas se alejaba ya escaleras arriba,
saltando los escalones de dos en dos. Subió hasta la
primera planta y avanzó por los corredores con
pasos serenos y la cabeza erguida, desafiante ante
aquellos ojos sin párpados que parecían taladrar
todo tiempo y espacio. Por fin se detuvo frente a
una puerta cerrada. Otra más. La última de aquella
noche.
Allí aguardó lo necesario, hasta que una alarma
perforó el silencio y los pasillos se iluminaron con
largas líneas de luz que indicaban el camino hacia
la salida. «Se ha activado el dispositivo de
emergencia —dijo una voz femenina a través de
una megafonía invisible—, los alumnos deben
dirigirse hacia el punto de evacuación». Ignorando
las instrucciones, Nicholas aferró el pomo y giró.
Estaba abierto. Entró y cerró tras de sí.
No había más luces en el dormitorio que el
destello de la pantalla mural, que parpadeaba
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