Page 32 - Viaje A Un Planeta Wu-Wei - Gabriel Bermudez Castillo
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Viaje a un plan eta Wu -Wei                               Gabri e l Berm údez Casti llo


            sólo quedó una pulida superficie gris.


               —Cállese el acusado —dijo el Secretario—. O de lo

            contrario le será administrada una inyección. Proceda,


            Agente. A las cero horas, dieciocho minutos del día 22

            de febrero del año 316 es condenado a la pena capital

            el reo Sergio Armstrong. El oficial... ¿cómo?


               —Oficial Huntz, señor —dijo el agente.


               —...el oficial Hutz queda encargado de proceder en


            la forma acostumbrada.


               El Secretario cerró los mandos de la Caja‐Dossier y la

            entregó  al  Oficial.  Después,  salió.  Durante  unos


            segundos, llegaron de nuevo a los oídos de Sergio los

            chasquidos de las máquinas de escribir y un confuso

            clamoreo. Luego, cuando la puerta se cerró de nuevo,


            y  quedó  a  solas  con  el  Oficial  Huntz,  retornó  el

            opresivo silencio.


               Estaba aterrado. Sentía como el corazón daba unos


            latidos enormes, lentos, que le llegaban a la boca y le

            hacían sentir una sensación de asfixia.


               —Mira, chico —dijo el oficial Huntz—. Ahora va a

            abrirse  esa  pared  —señaló  una  de  las  de  terciopelo


            rojo—.  No  alborotes,  no  intentes  rebelarte.  No  va  a

            servir de nada. Si lo haces, ya has oído, te daré una


            inyección —mostró un pequeño tubo azul— y, además

            de que te quedarás mudo y apenas podrás moverte, te


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