Page 33 - Viaje A Un Planeta Wu-Wei - Gabriel Bermudez Castillo
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Viaje a un plan eta Wu -Wei Gabri e l Berm údez Casti llo
quitará todos los reflejos... Te quedarás como dormido,
¿entiendes? Y vas a necesitar estar muy despierto... ¿De
acuerdo?
—De acuerdo —contestó Sergio, con un soplo de
voz—. Pero, ¿qué probabilidades tengo...?
—No lo sé —respondió secamente el policía—.
Nunca me han expulsado.
Suavemente la pared de terciopelo rojo que había
frente a ellos se deslizó hacia arriba, revelando un
hueco mal iluminado, en el que comenzaban unas
sombrías escaleras. —Vamos —dijo el Agente—. El
camino es largo. Sin protestar, Sergio entró en el hueco
y comenzó a descender las escaleras, oyendo resonar
tras él las botas blindadas del Oficial Huntz. Descendió
durante un buen rato, sin que en las escaleras se
presentase una sola revuelta. Ofrecían un notorio
contraste con las zonas que acababa de abandonar,
iluminadas profusamente, llenas de colorido. Aquí
todo era gris, de desnudo hierro oxidado, donde los
pasos retumbaban metálicamente. Las luces eran
tristes bombillas cubiertas de polvo, alojadas en sucias
hornacinas de los muros llenos de herrumbre. Parecía
como si una oculta mente hubiera querido marcar con
claridad la diferencia entre el mundo que acababa de
dejar y aquel al que iba a pertenecer desde ahora.
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