Page 111 - iIndependencia 1849-1856.
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La mediación extranjera en las guerras dominicanas de independencia 111
por el derecho internacional y jamás podría reclamar la simpatía
de las comunidades civilizadas.30
Esta importante misiva del secretario de Estado Webster, toca
interesantes aspectos raciales, culturales, políticos y militares.
Pero aparte de ello, adhirió a Estados Unidos a los esfuerzos de
Francia y Gran Bretaña a que la frágil tregua acordada, de he-
cho, no se rompiera. Webster fue un antiesclavista oriundo de
Massachusetts, legislador en su estado y en el Congreso Federal
de Estados Unidos por muchos años. Fue secretario de Estado en
varias ocasiones; murió al año de enviar esta misiva a su agente en
Santo Domingo. Su descripción de los intereses de las potencias
en el caso de la Isla es reveladora y parecería que con la unión de
las tres potencias en sus esfuerzos, la mediación iría ya en serio.
Pero por otro lado, no todo era armonía entre los propios
cónsules y agentes comerciales de las potencias que mediaban
y medraban en la política de las dos naciones que ahora com-
partían la Isla. Cada representante buscaba lo que entendía era
lo más conveniente para su propio país, aunque ello implicaba
tratar de desbaratar los intentos o logros de los representantes
de los demás.
Por lo tanto, las rivalidades, trampas, mentiras, zancadillas
y desconsideraciones estaban a la orden del día, y empañaban
y hasta retrasaban el discurrir de los procesos diplomáticos en
búsqueda de la tregua y la paz definitiva. Tal es el caso de abril
de 1852 cuando se suscitó un encontronazo entre los cónsules
de Francia y Gran Bretaña en un asunto de protocolo y prece-
dencia. Presentó la queja al canciller dominicano el represen-
tante británico Schomburgk:
Como Su Excelencia, el Presidente y Usted estuvieron pre-
sentes ayer cuando un insulto inexcusable me fue dado en mi
30 A. Lockward, Documentos para la historia, p. 160.

