Page 43 - 14 ENRIQUE IV--WILLIAM SHAKESPEARE
P. 43

www.elaleph.com
               Enrique IV                             donde los libros son gratis

               2º CARRETERO.- Tengo un jamón y dos raíces de jengibre que llevar
               hasta Charing- Cross.
               1er. CARRETERO.- Por el diablo! los gansos se están muriendo de
               hambre en el canasto. Hola, palafrenero! Un rayo te parta! Nunca has
               tenido ojos en la cara? Estás sordo? Si no hay tanta razón de romperte
               el alma como de beber un trago, soy un pillo de marca. Ven acá y que
               te ahorquen: no tienes conciencia?
                   (Entra Gadshill)
               GADSHILL.- Buen día, muchachos. Qué hora es?
               1er. CARRETERO.- Las dos, creo.
               GADSHILL.- Te ruego me prestes tu linterna para ver mi caballo en
               la cuadra.
               1er. CARRETERO.- Anda, que conozco una broma  que vale por dos
               como esa,
               GADSHILL.- (Al 2º) Por favor, préstame la tuya.
               2º CARRETERO.- Hola, a mí con esas? Préstame la linterna, dice?
               Primero te veré ahorcado.
               GADSHILL.- A ver, pillos, a qué hora pensáis llegar a Londres?
               2º CARRETERO.- A tiempo para ir a la cama con un candil, te lo
               aseguro. Vamos, vecino Mugs, a despertar a esos señores; quieren
               viajar en compañía, porque llevan mucha carga. (Salen los carreteros)
               GADSHILL.- Hola, aquí, camarero!
               CAMARERO.-  (Del interior)  Pronto, a la mano- como dicen los
               ladrones.
               GADSHILL.- Lo mismo dicen los camareros; porque, entre tú y un
               ladrón, no hay más diferencia que entre dirigir y hacer; tu eres quien
               arma el lazo.
                   (Entra el camarero)
               CAMARERO.- Buen día, maese Gadshill. Las cosas están como os
               dije ayer; tenemos aquí un propietario de las selvas de Kent, que trae
               sobre él trescientos marcos en oro; se lo he oído decir a él mismo,
               anoche en la cena, a tino de sus compañeros, una especie de auditor,

                                           43
                          Este documento ha sido descargado de
                                  http://www.educ.ar
   38   39   40   41   42   43   44   45   46   47   48