Page 16 - .REVISTA ACES MÉXICO. NO.3.

¿SABÍAS QUÉ?
SEGUNDA FASE 1980 A 1986.
En 1979, hubo un nuevo conflicto en Medio
Oriente, entre Irán e Irak, que hizo que el petróleo
alcanzara precios mucho más elevados,
eclosionando el segundo choque del petróleo y
marcando el inicio de la segunda fase del Pro-
Alcohol.
En esta segunda fase, el Pro-Alcohol pasó a
ejercer una importancia más expresiva y, en cierto
modo, rompió con el paradigma de la primera fase,
la cual involucraba la solución de los problemas de
los productores del sector cañero debido a la crisis
azucarera, pasando a ser un programa
efectivamente alternativo, a la sustitución de
energía. El gobierno pasó a estimular, además de
la producción de etanol anhídro, la producción de
alcohol hidratado para ser utilizado en el consumo
de vehículos movidos exclusivamente a alcohol y
para utilización del combustible en los sectores
químicos.
Esta fase se considera como la de afirmación del
programa, teniendo en cuenta que, en este
período, el gobierno decidió aprobar medidas para
la completa consolidación del Pro-Alcohol,
consolidación que se buscó como consecuencia
del aumento del precio del petróleo, con el
segundo choque, cuyo valor del barril se triplicó y
las importaciones de ese producto pasaron a
representar el 46% del total de importaciones
brasileñas en 1980.
Con el fin de estimular la producción de alcohol
etílico y diseminar el consumo de vehículos
movidos a alcohol etílico hidratado, el gobierno
adoptó algunas medidas:
flota de vehículos del gobierno
predominantemente movidas a alcohol etílico
hidratado;
- obligación de mínimo 20% de alcohol etílico
anhídro en la mezcla con la gasolina;
- aumento de la reventa de alcohol etílico hidratado
con precio estipulado en, como máximo, el 65% del
precio de la gasolina;
- disminución de alícuotas de Impuesto sobre
Productos Industrializados (IPI) y Propiedad de
Vehículos Automotores (IPVA) para vehículos
movidos con alcohol etílico hidratado;
- exención de IPI para los taxis movidos con
alcohol etílico hidratado; y
- reducción de la paridad establecida de 60 kg de
azúcar por 44 litros de alcohol, para 60 kg de
azúcar por 38 litros de alcohol, haciendo con esto,
más ventajoso producir alcohol etílico.
Esta segunda fase fue relevante para el
desempeño del programa, marcando su auge y
expansión y posterior declinación a mediados de
1985. El gobierno alcanzó su objetivo, el cual
pretendía consolidar el programa como alternativa
a la sustitución de energía proveniente del
petróleo. Las metas se alcanzaron en lo que se
refiere a la producción y al consumo de alcohol
etílico hidratado, habiendo ocurrido la reducción de
costos de producción del alcohol etílico frente a la
gasolina. Sin embargo, la tecnología continuó en
segundo plano, dificultando el
aumento de la productividad del alcohol etílico.
En esta segunda fase, hubo un gran crecimiento
de la producción de alcohol etílico, resultado un
impacto directo en el aumento de la capacidad
productiva de las nuevas destilerías autónomas
instaladas.
El mejor año del Pro-Alcohol para ese período
puede ser considerado el año 1985, pues en ese
año la producción de vehículos movidos a alcohol
hidratado alcanzó el mayor porcentaje de ventas,
92.7% del total de vehículos producidos y
comercializados en el mercado interno.