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Historia(continuación)



        L
              as masacres, las deportaciones y el éxodo dispersa-
              ron  a  los  armenios  sobrevivientes  por  el  Cáucaso,
              los países vecinos, la Mesopotamia e Irán llegando,
        posteriormente  a  los  países  europeos,  y  más  tarde  a  las
        Américas.
              Llegaban  como  refugiados  y  no  como  inmigrantes.
        La mayoría de ellos con el pasaporte Nansen otorgado por
        la  comisión  de  refugiados  dirigida  por  el  noruego
        Fridtjof Nansen[1],  y merced a entidades benéficas de or-
        den  internacional,  algunas  especialmente  fundadas  para
        brindarles atención.
              La  Guerra  Mundial  había  sido  la  oportuna  excusa
        para el desarraigo cruento y la eliminación del pueblo arme-
        nio, que a partir de entonces resultó instrumento de cuanto
        tratado convenio o conflicto local se produjera en su época.
              Solo quedaron los muros fríos de los orfelinatos, las
        miserables  tiendas  de  campaña  que  los  sobrevivientes  te-
        nían en su memoria y los momentos de terror vividos, de
        las masacres colectivas, la sed, el hambre y la muerte lenta
        de la deportación, la interminable espera del fin de la guerra
        y el futuro sin esperanza de un retorno improbable.
              Sus miradas solo reflejaban la nostalgia por lo que no
        volverían a ver, la resignación por lo que debían enfrentar y
        el dramatismo que da la fe para no doblegarse ante el re-
        cuerdo de los secuestrados o asesinados ante sus ojos.                Campaña de recolección de fondos del Near East Relief:
              Era solo un reflejo de la tristeza que los embargaba o   “Esta estampilla compra una comida para un niño armenio hambriento”.
        una serenidad que tenía más de rebeldía o de silente.      Junto a la imagen, una cita bíblica extractada del Libro de Isaías: “como la
                                                                                   sombre de una gran roca en una tierra cansada”
              Seguramente ya no serían los  mismos, se  radicasen
        donde se radicasen. Serían diferentes al carácter de los habi-
        tantes de los países donde les tocase convivir como refugia-  Turquía eran muy desfavorables pues la intención era des-
        dos.                                                  hacerse definitivamente de los armenios a cualquier costo.
                                                              No obstante y a pesar de los diferentes acuerdos y tratados
              No serían inmigrantes sino refugiados, que llevarían   en Turquía se promulgó una ley por la cual se confiscaron
        en la mente la pesadilla de los horrores vividos.     todos los bienes de los ausentes y de los que dejaron el te-
              Occidente los había abandonado y eran conscientes   rritorio cualquiera fuera la causa o las condiciones que lo
        de ello. Lo sabían los refugiados del Cáucaso, que pasaron a   motivaran,  a  lo  que  se  agregaría  posteriormente  la  que
        integrar  la  Armenia  soviética;  lo  sabían  los  que  poblarían   prohibía sus retornos, pues eran considerados elementos de
        luego los países árabes y lo sabían hasta los niños que llena-  perturbación, desorden y revolucionarios.
        ron los orfelinatos atestados posteriormente con los sobre-  Ante las presiones y decisiones a tomar, los aliados
        vivientes que recibieron la ayuda de entidades filantrópicas,   se mostraron favorables a Turquía.
        las  que  durante  15  años  financiaron  su  permanencia  y  se   En  Constantinopla  (Estambul)  la  situación  de  los
        preocuparon por su inserción social y humanística.    refugiados  era  desesperante.  Debían  convivir  con  más  de
              La caridad de Occidente se llevaba a cabo según la   100.000 evacuados rusos, por lo que su situación era insos-
        conciencia de sus gobernantes. La deportación, los orfelina-  tenible. La zona del Bósforo se había convertido en un in-
        tos, el exilio y la certeza de haber sido traicionados por Oc-  menso campo de refugiados, por la impunidad que aprove-
        cidente los convencieron de que el futuro dependía de sus   chó Turquía como consecuencia de la Primera Guerra ante
        propias fuerzas y eligieron el exilio muy a su pesar, con re-  las minorías indefensas.
        signación  para  encarar  su  recuperación  y  previendo  que
                                                                    Las  minorías  eran  pueblos  invadidos  y  sojuzgados
        debían luchar por su futuro: por su preservación contra la   dentro de los límites de los territorios de esos mismos pue-
        asimilación, con sus propias fuerzas.                 blos que habían sido agregados por la fuerza al territorio de
                                                              Turquía. Los pertenecientes a esas minorías rara vez conse-
        Los refugiados del mundo.                             guían un trabajo y no obstante se negaban a abandonar la
        La intervención del Near East Relief  (NER)[2] en la región   tierra de sus ancestros. Como consecuencia fueron traslada-
        tuvo más éxito en lo humanitario que en lo político.    dos mediante un decreto a Tracia oriental, a lo que los ar-
              Las  condiciones  en  los  territorios  dominados  por   menios se negaron: como castigo, se le suspendió la ración

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