Page 159 - Los Humanoides - Jack Willianson
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hábito de unir los hechos conocidos para sacar
conclusiones.
Así, yaciendo de espaldas, con los ojos cerrados
para no ver las tinieblas, atacó un interrogante tan viejo
como la misma ciencia: el átomo. El electromagnetismo
nunca había llegado a explicarlo totalmente y tampoco
el rodomagnetismo. Las dimensiones de los cuantos
temporales estaban implícitas en la ecuación
rodomagnética y servían para explicar la estabilidad de
los átomos más livianos..., pero no del todo. Pero no del
todo...
Ahora comprendía que esa fuerza desconocida
tenía que ser simplemente energía parafísica...
Esta revelación hizo que Claypool olvidara a su
custodio y a los barrotes de la jaula donde estaba
encerrado y se lanzara a explorar el universo bajo una
nueva luz, tremenda y repentina.
Involuntariamente deseó tener a mano un
calculador electrónico o por lo menos una regla de
cálculos. Pero no disponía ni siquiera de un trozo de
papel donde reproducir las ecuaciones que iba
pensando.
Así vagó mentalmente a través de átomos y de
soles, mientras permanecía inmóvil, tendido de
espaldas entre tinieblas.
Por fin halló la respuesta al acertijo.
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