Page 107 - La Constelación Del Perro - Peter Heller
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Estaba cansado. Al día siguiente plantaría el
resto, los tomates y el maíz. Y al otro día, si hacía
buen tiempo, Jasper y yo cogeríamos el trineo, y
la caña de mosca esta vez, y subiríamos a las
montañas a cazar un ciervo.
Los ciervos bajaban hasta las llanuras pero no
sé cómo sabían que no debían acercarse al
aeropuerto y no había tenido mucha suerte
intentando sorprenderlos en la pradera abierta.
Yo era cazador de montaña y de todos modos
quería subir antes de que los arroyos llevasen
demasiada agua.
A veces Bangley se instalaba en la segunda
planta de su casa con un saco de arena ante una
ventana abierta y se entretenía disparando a gran
distancia contra cualquier cosa que se le pusiera
a tiro. Mató dos lobos grises desde muy lejos,
pero desde entonces ya no volvieron a acercarse.
Se cosió la piel del cuello de uno a la capucha de
su abrigo militar y la lucía como si fuera un trofeo.
Plantado al pie del nuevo huerto contemplé
como el sol tocaba las montañas y tornaba rojiza
la tierra removida y los hilos de agua y os digo
que dentro de mí se agitaba algo parecido a la
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