Page 118 - La Constelación Del Perro - Peter Heller
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No vomitó ni una sola vez en todo el
embarazo. No tuvo náuseas. Nunca tuvo antojos
de helado con aguacate.
No le gustaba nada cazar pero pescar le
encantaba. Pescaba conmigo cuando podía. En
algunas cosas me superaba. No lanzaba tan lejos
ni con tanta precisión, pero seguramente no
había nadie tan capaz como ella de ponerse en la
piel de una trucha. Se quedaba en la orilla del
arroyo respirando y observando el vuelo de los
bichos que se movían entre el sol y la sombra,
nada más.
Los guías hacían cosas tan aberrantes como
succionar el contenido del estómago de la
primera captura con una pera de goma para ver
qué estaba comiendo en ese instante. Como si
con el trauma de que la pescasen, la metiesen en
una sacadera y la tuviesen al aire abrasador no le
bastara. Devolvían el pez al agua, ¿pero
sobrevivía a semejante operación? Ellos decían
que sí, pero yo lo dudaba. Melissa no hacía nada
de eso. Ella ajustaba las mitades de su caña,
colocaba el sedal, tiraba de él desde la guía
superior con un silbido del carrete y recorría con
sus delgados dedos todo el bajo de línea y el
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