Page 175 - La Constelación Del Perro - Peter Heller
P. 175
como mercurio y petróleo. Entonces el sol siguió
su camino más allá de la cumbre dejándonos en
la fría sombra y el agua no reflejó más que el
cielo despejado y las piedras se hicieron visibles
de nuevo en los tramos menos profundos.
Piedras verdes y el azul donde el agua se rizaba
y se ondulaba. Hasta cuando duerme, Jasper se
da cuenta de si me alejo más de unos pocos
pasos, así que se levantó y me siguió y se ovilló
en una hondonada arenosa entre piedras, unos
cincuenta metros más arriba. Dejé la caddis en el
sedal, até un tramo de tippet al anzuelo y coloqué
una ninfa en cola de faisán con cabeza de bola, y
en pocos minutos pesqué cuatro carpas grandes.
Dejé que la corriente se llevase a la ninfa más
allá de la poza, la caddis derivaba sin problemas,
luego se detuvo, un toque suave, fugaz, ni
siquiera un tirón, y entonces supe que bajo el
agua había una carpa mordisqueando la ninfa y
tiré para clavar el anzuelo. Las carpas no
luchaban con el vigor de las truchas, sino con
sorda resistencia, como una mula hincando los
cascos en el suelo. No cargaban contra corriente
ni se enredaban en las ramas de un árbol caído,
simplemente se negaban a moverse, y eso era un
aburrimiento, pero entonces tampoco había
175

