Page 178 - La Constelación Del Perro - Peter Heller
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grandes y antiguos.
Saqué algunas ramas caídas de entre la
espesura que protegía el campamento y las
rompí y las coloqué sobre un lecho de musgo
español reseco y no tardé nada en encender un
fuego. Para calentarnos. La leña estaba seca y
llena de resina, y sus estallidos y crujidos eran
como una canción familiar sobre el murmullo
silábico del arroyo y del viento en las ramas altas.
La oscuridad ya había caído sobre el bosque,
llenaba la pequeña garganta como una marea
lenta y las llamas la hacían más profunda, pero el
cielo resplandecía con un finísimo azul y se veían
dos estrellas.
Jasper también estaba contento. Se ovilló
cerca de la hoguera, a barlovento,
resguardándose del humo, y apoyó la cabeza en
las patas para verme cocinar el pescado en una
sartén de campaña que debía de tener cien años.
El mango era largo, con una brillante cubierta de
estaño que disipaba el calor, y llevaba grabada la
marca Simpson and Sons Ranchware. Fabricada
hace un siglo, cuando en verano los rancheros
conducían el ganado a los pastos arrendados al
Servicio Forestal y pasaban varios días en la
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