Page 188 - La Constelación Del Perro - Peter Heller
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Estaremos siempre juntos, tanto aquí como allí.
Luego vuelvo a llenar el hoyo a puñados de
tierra.
El resto del día me lo paso cogiendo piedras.
Cantos, piedras con forma de huevo, pedruscos
pesados. Piedras alisadas y redondeadas por la
corriente. Hago un túmulo que me llega hasta el
pecho. No sé qué poner encima. Me quito mi
viejo jersey de lana, que está impregnado de su
olor tanto como del mío. Lo coloco sobre el
montículo y pongo más piedras encima. Se
desmenuzará como una bandera de plegaria, las
estaciones borrarán nuestros olores. Como si
pudiera cubrirlo con una parte de mí.
Luego cargo el trineo y echo a andar río
arriba.
Hoy me he parado veinte veces y he vuelto la
vista atrás. Iba a llamarlo. Eh, espabila. Y las
veinte veces he vuelto a girarme hacia las
montañas. Bajaba la cabeza y reemprendía la
marcha.
Una vez me paré y volví la cara hacia el sol
con los ojos cerrados para que la luz me abrasara
las lágrimas. Incliné la cabeza hacia atrás, aullé
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