Page 192 - La Constelación Del Perro - Peter Heller
P. 192

Alpes. Si me hubiera puesto a tocar un silbato ni


              se  habría  notado.  Ronda,  ronda,  el  que  no  se


              haya  escondido  que  se  esconda.  Incluso  los


              cuervos  están  alerta,  giran  la  cabeza  para


              observarnos,  para  observarme  con  un  ojo


              brillante  y  el  pico  abierto,  estiran  la  garganta  y


              emiten  un  grito  irritado,  compuesto  de  gruñidos


              roncos.  Les  inspiro.  La  indignación  más



              desatada. El cazador no tiene cuidado. Sube por


              la  senda  a  golpetazo  limpio.  Qué  falta  de


              miramientos, qué escandalera, qué inconsciencia,


              qué torpeza. Está alterando el Orden. La cadena


              que  forman  los  cazadores  y  los  cazados.  Qué


              falta de respeto. Algo le pasa. CRAAAAAAA.




                     La  pena  es  un  elemento.  Tiene  su  propio


              ciclo,  como  el  del  carbono  y  el  del  nitrógeno.



              Nunca disminuye, jamás. Pasa a través de todas


              las cosas.




                     La tercera tarde se puso a nevar. Una nevada


              de  finales  de  primavera.  Pero  la  nieve  no  era


              pesada, no era húmeda. La temperatura cayó con


              la  rapidez  con  la  que  pasa  una  nube,  de  golpe


              hacía un frío de pleno invierno y el viento amainó.


              Estábamos en el borde de una pequeña cuenca,


              sobre  el  límite  forestal,  y  en  el  fondo  había






                                                                                                           192
   187   188   189   190   191   192   193   194   195   196   197